En entrevista lograda poco antes de que fuera nuevamente apresado en Colombia, Jhon Jairo Velásquez Vásquez, conocido por el alias de 'Popeye', reveló al medio peruano El Popular que el hoy entrenador de Perú, el argentino Ricardo Gareca, estuvo a punto de ser objetivo de un atentado criminal por parte del jefe del extinto Cartel de Medellín. 

El marco de las revelaciones la hizo en una entrevista vía Whatsapp, poco antes de que la justicia colombiana pusiera nuevamente tras las rejas a uno de los sicarios más sanguinarios de Colombia en la década de los 80s, justo en el momento de mayor brillo del fútbol colombiano. 

Curiosamente, era ese mismo fútbol, que le daba algo de relax al pueblo colombiano, el que era el 'patio de juegos' de las grandes mafías narcotraficantes del país durante esos años. 

"La mafia dañó mucho al fútbol colombiano. Pablo Escobar tenía el control de DIM, el Nacional; así como Gonzalo Rodríguez Gacha, socio del patrón, tenía al Millonarios; los hermanos Gaviria al América de Cali, pero todos hicieron que el fútbol fracase", recordó alias 'Popeye'. 

Pablo Emilio Escobar Gaviria, asesinado el 2 diciembre de 1993 en un barrio residencial de Medellín por el Bloque de Búsqueda creado por el entonces Presidente César Gaviria, era furibundo hincha del Deportivo Independiente Medellín, aunque controlaba mayormente los destinos del Atlético Nacional. 

"(Pablo Escobar era) Del Deportivo Independiente de Medellín (DIM). De la gente pobre, trabajadora y humilde. Pero cuando Atlético Nacional jugaba en la Copa Libertadores, todos los colombianos éramos hinchas de ese equipo", apuntó el también conocido como Alias 'JJ'.

Fue en esa época que se intensificó la guerra entre el Cartel de Cali, de los hermanos Rodríguez Orejuela, y el de Medellín, enfrentando a Pablo contra el grupo denominado los 'Pepes', o Perseguidos por Pablo Escobar.

Esta agrupación de narcotraficantes dio un salto de violencia al colocar un carro bomba frente al apartamento de los familaires del 'Patrón' en el barrio El Poblado de Envigado, lo cual desató la furía del criminal más conocido de todos los tiempos en Colombia. 

"Pablo Emilio Escobar Gaviria tenía en cuenta a todos los jugadores de América de Cali, estábamos en guerra. Incluso secuestró a jugadores de Cali para que entregaran a los Rodríguez, y como no cooperaron mataron a la familia de Pedro Enrique Sarmiento, quien actualmente es un técnico exitoso, pero no cooperó", relató 'Popeye'. 

Fue en ese momento que la organización sicarial del Cartel de Medellín pensó en organizar un ataque criminal hacía un jugador consentido de los Rodriguez Orejuela, su goleador argentino Ricardo Gareca. 

Al parecer, el gusto de Escobar por el fútbol, a sabiendas de lo que era el jugador para los aficionados colombianos de esos años, hizo cancelar todos los planes de una ofensiva de ese tipo. 

"Ricardo Gareca siempre estuvo en la mira de Pablo Escobar, sin embargo, no llegaron a él. El amor por el fútbol del Patrón salvó a Ricardo Gareca, pues a él y a los otros jugadores de América de Cali se contempló colocarles un carro bomba, ya que el Cartel de Cali le colocó un carro bomba a la familia de Pablo", afirmó Velásquez Vásquez.

Lo cierto es que Gareca se fue de Colombia en 1989 justo en los años en que la escalada de violencia aumentaba, pra ir a jugar al Velez Sarsfield.

Años más tarde, en 2005 regresó al América para ser su entrenador por un año, antes de lograr clasificar a Perú al Mundial de 2018, el cual es su máximo logro por técnico.